El viernes, tres ministros comparecieron ante el AN para exponer otros tres temas cruciales del vector “serio” de la agenda nacional: José Antonio García Belaunde, el canciller, sobre la reciente cumbre ALC-UE; Luis Carranza, del MEF, sobre el Plan Macroeconómico Multianual 2009-2011; y Antonio Brack, sobre el plan de organización del flamante MINAM. Sus exposiciones motivaron intenso debate, al final del cual brotaron algunos compromisos clave. Interesante ejercicio que pudo escaparse, siquiera por un momento, de temas que acaparan los titulares de la prensa: el asesinato de un perro por mano parlamentaria o la candidatura peruana a las olimpiadas.
De la exposición del canciller quedó claro que la Cumbre ALC-UE representa un activo para Torre Tagle y, claro, para el país, por el resultado obtenido, es decir, por la inclusión oficial en AL de temas postergados o silenciados por al auge económico: la pobreza, la desigualdad, la exclusión, el cambio climático y la crisis alimentaria. Desde esa explicación, la región podría estar en la ruta de apropiarse de modo sostenible de un imperativo hasta ahora ausente en el discurso oficial de Estados y solo presente en el lenguaje y la preocupación de organismos internacionales.
El debate de la exposición del titular del MEF se situó sobre el ritmo de la distribución de los beneficios del crecimiento. Carranza explicó un cambio radical de estrategia de la lucha contra la pobreza, que de ejecutarse exitosamente estaría a la altura de las de Chile y Bangladesh, y que se basa en la fijación como prioridad de la inversión social en los 880 distritos pobres y la desnutrición infantil. Es relevante en ese punto su compromiso de incorporar entre los indicadores de políticas públicas la medición de la brecha de desigualdad a través del Coeficiente de Gini.
La exposición de Brack confirmó su dominio del tema y entregó luces sobre el punto de partida de su gestión: en eficiencia ambiental el Perú ocupa el puesto 60 entre 149 países y el compromiso de su gestión es escalar muchos lugares. Brack presentó una lista de pasivos ambientales en materia de costos por deficiente gestión, salud, agua potable, saneamiento ambiental, polución domiciliaria y urbana, y tala ilegal, aterrizando los propósitos de su ministerio. Puso énfasis en negar que el MINAM se encuentre impedido de intervenir en los temas hídricos y en la concesión de las licencias mineras y alertó sobre el complejo proceso de organizar una política ambiental en la profundidad del Estado, particularmente en los ámbitos regional y local, responsables del manejo del agua potable y de los residuos sólidos y líquidos. El AN valoró el plan y los compromisos de Brack y acordó respaldar la elaboración de una política ambiental y de respuesta al cambio climático lo más amplia posible y la construcción de un consenso social en ese ámbito, colaborando en la organización de los cuatro sistemas que liderará el MINAM: Gestión Ambiental, Evaluación del Impacto Ambiental, Información Ambiental y Áreas Protegidas, y la Comisión Consultiva Ambiental
Fuente: La República – OPINIÓN
Fecha: Martes 3 de junio de 2008